Cuando el cuerpo se duerme sin permiso: hormigueo, pesadez y otras sensaciones raras en el Sjögren
- Kryusman
- hace 5 días
- 3 Min. de lectura

¿Alguna vez has sentido que las piernas pesan como plomo, que se te duermen las manos sin razón aparente o que una corriente eléctrica recorre tu cuerpo como si fuera un aviso misterioso?
Si vives con síndrome de Sjögren, probablemente ya sabes que no todo se limita a la sequedad en ojos y boca. Hay un mundo entero de síntomas silenciosos, extraños e incomprendidos que también forman parte de “esa cosa con S”. Hoy vamos a hablar de uno de los más desconcertantes: el hormigueo, la pesadez y la sensación de adormecimiento en el cuerpo.
¿Es normal esto que siento?
Sí. Aunque no debería ser “normal”, sí es frecuente en quienes convivimos con Sjögren. Estas sensaciones pueden ser el resultado de una inflamación continua que, con el tiempo, afecta el sistema nervioso periférico. A esto se le conoce como neuropatía periférica o incluso, en algunos casos, neuropatía de fibras pequeñas. Y sí, suena tan complicado como se siente.
En palabras simples: el sistema inmune se pone creativo y empieza a atacar por error las fibras nerviosas, enviando señales raras al cerebro. De ahí vienen esos calambres sin explicación, la sensación de que el cuerpo está "apagado" o que pesa como si lleváramos una mochila invisible todo el día.
¿Qué síntomas puedo notar?
Hormigueo (como alfileres o electricidad en manos, pies, piernas o rostro).
Pesadez muscular incluso al despertar o tras esfuerzos mínimos.
Adormecimiento de extremidades sin razón aparente.
Sensación de que algo no responde igual que antes (por ejemplo, movimientos más lentos o torpes).
Cambios en la sensibilidad al tacto o a la temperatura.
¿Por qué ocurre?
Detrás de estas sensaciones hay una causa común: la inflamación sistémica. En el Sjögren, el cuerpo activa procesos inflamatorios de bajo grado (o no tan bajos en los brotes), y esto puede afectar los nervios, los músculos e incluso la forma en que el cuerpo regula el dolor y el cansancio.
También puede haber problemas de circulación, contracturas o compresión nerviosa, agravados por el cansancio crónico o una postura mantenida por mucho tiempo. Y como si fuera poco, el estrés emocional (sí, ese que ya tenemos en niveles olímpicos) puede amplificar todo.
¿Y qué puedo hacer?
Aquí no hay magia, pero sí hay amor y autocuidado. Algunas estrategias que pueden ayudarte:
✅ Calor suave: una bolsa térmica o manta eléctrica puede aliviar la sensación de entumecimiento.
✅ Movilidad suave y estiramientos diarios (aunque sea desde la cama).
✅ Masajes con crema hidratante, no solo ayudan a la piel, también estimulan la circulación.
✅ Vitaminas y chequeos neurológicos: no todo es Sjögren, a veces hay déficits de B12 o problemas combinados.
✅ Habla con tu especialista: si estos síntomas aumentan o son muy persistentes, es importante revisar posibles complicaciones neurológicas.
Y, sobre todo, no te culpes por no rendir igual. No es flojera. No es drama. Es tu cuerpo diciendo que algo pasa, y está bien escucharlo sin juicio.
El hormigueo, la pesadez y la sensación de adormecimiento sí pueden formar parte del síndrome de Sjögren, y reconocerlos nos permite vivir con más conciencia, menos culpa y mejores herramientas. No siempre los podemos evitar, pero podemos bailar con ellos, a nuestro ritmo.
Y si hoy es uno de esos días en los que tu cuerpo parece decir “hoy no funciono”, aquí te dejo un pequeño ritual de autocuidado que puede ayudarte a reconectar contigo misma, sin exigencias ni juicio.
🌿 Es sencillo, cálido y hecho con mucho amor para esos días raros:

💛 Ejercicio práctico: Ritual de autocuidado para cuando tu cuerpo se “desconecta”
Mímate con calor: Usa una manta eléctrica, una bolsa de semillas o calcetines térmicos. El calor suave ayuda a aliviar la pesadez y la tensión muscular.
Despierta tu cuerpo con amor: Haz pequeños movimientos circulares en muñecas y tobillos. Si puedes, estira los brazos hacia arriba y respira profundo.
Masajea tus manos y pies: Aplica una crema hidratante y date un masaje suave. Es un gesto de cariño y también estimula la circulación.
Respira sin juicio: Si no puedes moverte mucho, respira profundo tres veces, cierra los ojos y repite mentalmente: “Estoy aquí. Estoy viva. Me escucho.”
Haz una pausa real: Pon música suave, siéntate o recuéstate sin culpa, y permite que el cuerpo tenga su espacio de descanso. No estás rindiendo menos. Estás cuidándote más.
📬 ¿Te pasa también?
Cuéntame en los comentarios o en el grupo. Porque lo que no se nombra, se sufre en silencio… y aquí hemos venido a hablarlo TODO (incluso lo incómodo).
Un abrazo seco pero muy sentido.—Kryusman
💜#KryusmanEscribe #TuCorazónBaila #EsaCosaConS
Muchas gracias x explicarlo tan claro y compartirlo. Me siento identificada. Y me ayudan mucho vuestros comentarios a entender lo que me pasa. Ánimo para seguir hacia adelante y que podamos disfrutar de la vida!!
Muy buena publicación.
Si ya me fue diagnosticada, la neuropatía peripheral de nervio pequeño… es esa molestia constante que se intensifica. A veces otras veces está mal suave, todo depende de lo que haga. Se presenta con calambre en los dedos de los pies dedos de la mano, hormigueo, hay días que la piel se pone bien sensible al tacto(no resisto, ni el roce de mi gata), sensación de qué los músculos se queman, y en ocasiones, dolor o ardor muscular. La recomendación en mi caso es el descanso, bajar revoluciones como yo le digo. Me ayuda mucho escuchar. Música suave. Si puedo llegar a la playa, el agua de mar, me refresca y me ayuda a bajar. Por l…
Como todos los días desde que te encontré, me despierto con un lindo y alentador texto tuyo, que me alegra el día . Cariños desde Uruguay