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El duelo tras el diagnóstico: cuando tu cuerpo cambia… y tu alma aprende nuevos pasos

Duelo con Sjogren

Un día te levantas y algo no cuadra. El cuerpo ya no responde igual, el cansancio no se va con café, y la niebla mental se convierte en tu nueva compañera de piso.


—¿Será estrés?

—¿Será la edad?

—¿Será que me estoy inventando cosas?


Spoiler: era Sjögren.

Y no, no estabas exagerando.

No era flojera. No eran ganas de drama.

Era tu cuerpo diciendo:


“Hasta aquí. Vamos más lento. Con más pausa. Con más cuidado.”


Y cuando, por fin, llega el diagnóstico —tras pruebas infinitas, médicos escurridizos y años de sentirte una extraterrestre en tu propio cuerpo— no hay fuegos artificiales.

Hay silencio.

Un silencio denso, como de página en blanco.


Porque ahí empieza el duelo.

No de película, sino del cotidiano.

De peinarte y verte distinta.

De no poder con todo.

De olvidar lo que ibas a decir.


Y también, de empezar a preguntarte:


¿Quién soy ahora… que ya no soy como antes?

Pero tranquil@.Ese duelo no es el final.

Es el punto de giro.Y aunque al principio se sienta raro, más adelante —con humor, compasión y flow— puede volverse un nuevo tipo de baile.


🎭 ¿Duelo por qué, si aún estoy viva?


Porque se rompe algo muy profundo: tu identidad.

La que corría a todas partes.

La que hacía mil cosas sin pensar en cucharas de energía.

La que no necesitaba justificarse.

La que no conocía palabras como “autoinmune”, “brote” o “ojos como papel de lija”.

Ahora... tu cuerpo monta huelga, y tú apenas estás entendiendo qué exigencias tiene.

Y no, no siempre hay drama de película, pero el duelo se cuela en lo cotidiano:


  • Al peinarte y ver un rostro más cansado.

  • Al cancelar planes que sí querías hacer.

  • Al olvidar lo que ibas a decir porque la niebla mental se coló como ninja silenciosa.

  • Al darte cuenta de que necesitas ayuda.

  • Al sentirte culpable por no poder con todo.

  • Al escuchar un “pero si ayer estabas bien”.


Y también duele la soledad de haber tenido razón.Porque pasaste años esperando que alguien confirmara que no estabas loca…Y ahora te toca aceptar que tu vida, esa que conocías, ya no volverá a ser igual.


🧠 Tip de psicología positiva:


Permítete sentirlo todo sin juzgarte.El dolor, la rabia, la frustración, la tristeza, la nostalgia.Llóralas si puedes (aunque sea sin lágrimas). Escríbelas. Abrázalas.

No necesitas explicarte.

No necesitas rendir cuentas.


Pero tampoco te pierdas en ese túnel.

En medio del caos, reconoce lo que aún sigue contigo:

  • Tu esencia.

  • Tu humor raro.

  • Tu sensibilidad.

  • Tu capacidad de reírte incluso en bata, con parche y moño del martes.

  • Tu voz (aunque esté reseca).

  • Tu amor por lo pequeño.


💃 Duelo sí, pero con flow

Porque, aunque el cuerpo diga “no”, tu alma todavía puede bailar.

Eso sí, el estilo ha cambiado: ahora es slow motion.

Con pausas dramáticas para ponerte cremita, buscar las gotitas para los ojo o recuperar las ganas que jurarías dejaste en la nevera junto con el batido.

Pero aquí seguimos.Adaptando la coreografía.

Con movimientos suaves, pasos torpes, y mucho flow.

Si el cuerpo monta huelga… tú montas escenario.

Y bailas igual.Aunque sea desde la cama, con abanico en mano y bolsa térmica de compañera.


🧰 Herramientas prácticas para un duelo más llevadero


Aquí no hay recetas mágicas, pero sí cosas que ayudan:


📝 1. Escribe sin filtro

Hazlo en una libreta, en notas del móvil o con voz si no puedes con la mano.Ponle nombre a lo que sientes. No para que desaparezca, sino para que deje de pesar tanto.


🎧 2. Crea tu playlist de duelo con estilo

No tiene que ser triste. Mezcla canciones que te representen ahora: baladas lentas, rancheras intensas, reguetón en modo sofá… lo que te mueva (aunque sea por dentro).


💛 3. Rodéate de gente que no diga “ánimo”

Elige a quienes sepan decir: “Estoy aquí. ¿Te llevo sopa?”Gente que entienda que el “hoy no puedo” también es una forma válida de amar(te).


🎭 4. Agrega humor a tu medicina

Sí, reír también duele a veces. Pero alivia.Ponle nombres a tus síntomas. Haz memes mentales. Di frases como:“Hoy estoy en modo acelga”o“No produzco lágrimas, pero sí reflexiones”.


🧴 5. Haz un kit de duelo con amor

Incluye lo que te haga sentir cuidada:una mantita suave, tu infusión favorita, una crema rica, un cuaderno, fotos que te den fuerza.

No es solo “autoayuda”, es autoafirmación.

 

El duelo es la pausa que no pediste, pero que necesita ser habitada.

No como castigo, sino como tránsito.

Como espacio para despedirte de la que fuiste… y para empezar a conocer a la persona que eres ahora.

Una mujer, un hombre más sensible.

Más fuerte.

Más auténtic@.

Quizá más lent@.

Pero también más sabi@.

Y sí…Aún con los ojos secos, el alma puede llorar.

Pero también puede reír, crear, conectar, y sí… bailar.Aunque sea sin zapatos.

O con moño despeinado.

O desde la cama, con el corazón bien despierto.


Kryusman dice:

“Tu cuerpo cambia, tu ritmo también… pero tu esencia sigue aquí, con más flow, más verdad y más amor del bueno. Y sí, aunque más lento… seguimos bailando.” 💛

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