¿Me veo bien? Sí. ¿Me siento fatal? También. (Nivel batería: 0%)

El arte de tener cara de viernes y cuerpo de lunes… pero en modo supervivencia autoinmune.

Hay días en los que el espejo me devuelve buena cara y el mundo me suelta el clásico:"¡Uy, ¡qué guapa hoy! Casi ni se te nota nada..."

Y por dentro, mi cerebro responde:"Claro, porque no llevo un cartel luminoso colgado. Pero si mis síntomas tuvieran sonido, estarías saliendo, corriendo al ritmo de sirenas de emergencia."

Así es el bonito arte de convivir con una enfermedad invisible como el Sjögren: aparentar salud mientras por dentro estás en modo tostadora sin enchufe.

🎭 La gran paradoja: carita de ok, cuerpo en código rojo

Porque sí, nos maquillamos, sonreímos y hasta nos reímos…Pero nadie ve las rodillas que crujen, las manos que duelen o la niebla mental que hace que te olvides de por qué entraste a la cocina.

Si las baterías tuvieran medidor visual, la mía diría:“3% y bajando… con suerte llegamos a la cama sin colapso dramático.”

🔋 Mi batería social vs. mi batería real

Situación	Por fuera	Por dentro
Reunión de trabajo	Sonrisa puesta	Cuerpo en huelga, mente en blanco
Salida con amigos	Risas y charla	Calculando ruta más corta a casa
Llamada familiar	“Estoy bien, tranqui”	Pensando en disolución espontánea

Spoiler: no, no estoy bien. Pero tampoco siempre quiero explicarlo.

🌱 ¿Y cómo lo gestiono sin morir (o desmayarme) en el intento?

Aquí van mis trucos infalibles, avalados por la ciencia… y por mi experiencia de humana en modo ahorro de energía:

✔️ Poner límites sin remordimientos. Si estoy al 2% y me llaman a salir, mi respuesta favorita es: “Hoy me abrazo desde el sofá. Otro día, con más batería.”

✔️ Planificar mis “escapes” sociales. Sí, tener palabra clave con gente de confianza funciona. Algo tipo: “Estoy en modo avión humano, me retiro con dignidad.”

✔️ Validar mis propios esfuerzos. Aunque no lo vean, si hoy logré ducharme y sonreír (aunque sea 5 minutos), ya es suficiente.

✔️ Aplicar humor consciente. A veces lo único que puedo hacer es reírme del desastre. Porque si no lo hago yo… ¿quién?

✔️ Tener un plan de rescate. Agua, crema, gotas, siesta exprés y cero culpas. Mi combo de supervivencia emocional.

💌 Carta final a mi “cara de todo está bien”

Querida fachada de buena cara:

Te agradezco por sostenerme en reuniones, en charlas y hasta en fotos.

Pero hoy te doy permiso para relajarte.

Para no fingir siempre.

Porque aunque me vea bien, también tengo derecho a no estarlo.

Y eso, amiga mía, también es amor propio.

Así que si hoy no hay sonrisa…Se acepta mirada perdida y cara de modo ahorro activado.

Con amor bajito, pero sincero,

Kryusman

💬 Y ahora te leo a ti…

¿También te pasa que por fuera todo parece en orden, pero por dentro estás en modo “batería crítica”?Cuéntamelo en los comentarios, que en este rincón nadie juzga… y entre risas secas, nos entendemos de sobra. 😉

¡Vamos a compartir nuestros trucos de supervivencia (y de humor) para esos días de batería al 3%!