Cuando el cuerpo habla bajito: aprender a escucharlo sin miedo

Por Kryusman | #KryusmanEscribe #TuCorazónBaila

El cuerpo no grita.

Al principio susurra.

Dice cosas como:

— “Hoy me cuesta más levantarme.”

— “Esta contractura ya no se va.”

— “No tengo energía… y no es por flojera.”

Pero como vivimos en modo automático, con la agenda en llamas y el alma haciendo malabares emocionales, solemos responder:

— “Mañana descanso.”

— “Es el estrés.”

— “No tengo tiempo para esto.”

Y el cuerpo, pobrecito, se queda ahí…hablando bajito.Hasta que un día se harta… y grita.

Cuando el cuerpo es el primero que se rinde

El dolor, la fatiga, el insomnio, las palpitaciones, el nudo en la garganta, la piel que se inflama, la memoria que falla.Todo eso no aparece porque sí.El cuerpo lleva tiempo intentando decirnos algo.Y no es para asustarte, es para cuidarte.

No es castigo, es mensaje.

Escuchar sin miedo, amar sin exigencia

La trampa está en pensar que “ser fuerte” es ignorar el cuerpo.Como si sentir fuera un obstáculo para lograr cosas.Pero, querida, el cuerpo no es tu enemigo. Es tu hogar. Tu testigo. Tu narrador fiel.

Escucharlo no te debilita, te humaniza.Y darle pausa, cuidado, o simplemente atención…es un acto de amor propio del bueno. Del profundo.

¿Cómo empezar a escucharlo (sin miedo y con amor)?

✨ Haz un chequeo diario, sin juicio.

Pregúntate con honestidad:

¿Cómo me siento hoy?

¿Dónde me duele?

¿Dónde noto tensión?

No para corregirte… sino para acompañarte.

🧡 Pide lo que necesitas (aunque sea una playlist de baladas tristes).

Descanso, agua, un abrazo, silencio, pan calentito, o simplemente una manta que te envuelva como abrazo de abuela.

Tu cuerpo sabe lo que necesita.

Escúchalo sin regatear.

🌗 No te exijas rendir siempre igual.

El cuerpo tiene sus ritmos, sus fases, sus eclipses.

No eres menos valiosa en tus días bajos.

Eres humana.

Y eso ya es milagro.

💬 Háblale bonito.

Nada de “qué torpe estás” o “otra vez fallas”.Mejor dile:

“Gracias por seguir aquí. Sé que lo estás haciendo lo mejor que puedes.

”Porque sí. Lo está haciendo. Y tú también.

💌 Carta final: al cuerpo que tanto calla

Querido cuerpo,

Perdón por no escucharte antes.

Por exigirte en exceso y cuidarte a ratos.Gracias por sostenerme incluso cuando no me lo merecía.

Hoy te miro distinto.

No como una máquina de hacer cosas…sino como un compañero de vida que merece amor, descanso y ternura.

Prometo que voy a escucharte más bajito, para que no tengas que gritar.

Con amor (y con almohadilla térmica),

Kryusman