No, no es que esté distraída. Es que tengo niebla mental (y a veces pierdo el hilo... de la vida)
- Kryusman
- hace 5 días
- 2 Min. de lectura

Bienvenid@s al maravilloso mundo de la niebla mental, ese lugar donde te olvidas de por qué entraste a la cocina, cómo se llama tu primo y si ya tomaste la pastilla de las 9
(spoiler: probablemente no).
Hay gente que medita para desconectar.
Yo tengo Sjögren.
Y desconecto sin hacer nada.
Gratis.
A cualquier hora.
Sin gurú.
Algunos ejemplos reales (y tristes, pero graciosos si sobrevives):
Me olvidé de ponerle agua al hervidor… y lo dejé media hora encendido.
Llamé a mi gato por el nombre del router.
Me puse a llorar porque no encontraba las gafas... mientras las llevaba puestas.
Sí, el cerebro con Sjögren tiene su propio modo avión.
Y no, no es falta de atención.
Ni de interés.
Ni porque no nos esforcemos.
Es un cortocircuito temporal (esperemos que temporal, porque si no vamos mal), donde tus ideas se apagan, tus palabras se esconden y tu paciencia… bueno, esa ya estaba en huelga.
Lo peor no es olvidarte.
Lo peor es que hay días en los que ni tú te aguantas.
Porque te sientes inútil, torpe, lenta.
Porque te da rabia tener que explicar otra vez que no estás exagerando, que tu cerebro simplemente no coopera.
Y lo cuentas. Lo explicas con amor, con paciencia… incluso con dibujitos si hace falta. Pero, aun así, hay días en los que lo único que recibes de vuelta es una colección de frases de
“autoayuda espontánea” que dan ganas de lanzar una almohada por la ventana:
🧠 “Ay, eso nos pasa a todos.”(Pues qué bien, pero a mí me pasa todos los días, y no se me va con una siesta.)
🙄 “Es que estás distraída.”(No, cari. Estoy en niebla nivel Hogwarts, no es que esté mirando el móvil.)
📋 “Tienes que organizarte mejor.” (Claro, y si organizo mi agenda con emojis y colorcitos mágicos, el cerebro va y me obedece, ¿no?)
💣 Resultado: bomba emocional activada.
Porque no es solo la frase, es la sensación de que no te están escuchando de verdad.
Y eso, en un día de niebla… se siente como tropezar con una nube cargada de soledad.
¿Y qué podemos hacer?
Pues además de respirar, reírnos un poco (porque llorar lo hemos hecho ya bastante), y explicarlo con ironía, podemos recordarnos esto:

🧠 No eres menos inteligente.
🧠 No estás loca.
🧠 No eres floja ni despistada.
Solo estás navegando el síndrome con una niebla que a veces tapa hasta tu brillo.
Pero sigue ahí.
💌 Carta a mi cerebro:
Hola, ¿estás ahí?
Te extraño.
Pero gracias por los momentos lúcidos y las risas tontas que me regalas entre niebla y niebla.
Sé que haces lo mejor que puedes.
Y yo… bueno, prometo tenerte paciencia (aunque a veces me dé por buscar el teléfono en la nevera).

Con amor ligeramente difuso,
Kryusman
Comments