Lo que el Sjögren no seca: la risa, la empatía y el corazón que baila
- Kryusman

- 25 jul
- 2 Min. de lectura

El pasado 23 de julio, en Madrid, vivimos algo que el síndrome de Sjögren no pudo secar: la risa compartida, la emoción auténtica y la conexión entre corazones valientes.
En el marco del Día Mundial del Sjögren, tuve el honor de impartir un taller muy especial de psicología positiva, mindfulness y yoga de la risa, organizado por la Asociación Española de Síndrome de Sjögren (AES). Y digo “honor” con todas las letras, porque pocas veces he sentido tan claramente la necesidad profunda que tenemos de estos espacios donde simplemente podemos ser… sin explicaciones, sin disfraces, sin filtros.
Sí, hablamos de emociones reales.
De lo que se ve y de lo que no.
De lo que duele (literal y metafóricamente).
Del cansancio, de la sequedad, de los cuerpos que no siempre responden, y de la fortaleza silenciosa de quienes seguimos bailando con la vida a pesar de todo.
Pero también nos reímos.
¡Y mucho!
Sí, aunque parezca contradictorio, el yoga de la risa es compatible con el Sjögren. No seca más los ojos ni agota más el cuerpo (bueno… tal vez un poquito las costillas, pero con gusto). Y lo mejor es que nos recordó algo muy poderoso:
👉 La risa también hidrata el alma.Y el alma, cuando se siente vista y abrazada, duele menos.
Hablamos de autocuidado desde el amor y no desde la culpa.
Hicimos pausas conscientes.
Nos dimos permiso para respirar, para cerrar los ojos sin miedo, y para mirarnos como lo que somos: una comunidad valiente, sensible y llena de ganas de vivir auténticamente libre.
🌸 Un corazón que baila, incluso con sequedad

Desde Tu Corazón Baila, mi proyecto del alma, llevé ese mensaje que tanto creo y practico:
Que la vida con Sjögren puede doler, sí, pero también puede ser plena, profunda y hasta divertida, si aprendemos a tratarnos con más amor que exigencia.
Porque no se trata de negar lo difícil, sino de crear herramientas para vivirlo mejor.
Y en este camino, la labor de la AES es fundamental. No solo por la organización impecable del evento (¡gracias, infinitas por tanto cariño y cuidado!), sino por dar voz, espacio y sentido a una comunidad que a menudo ha sido invisibilizada.
Su trabajo sensibiliza, conecta y transforma.
🤲 Gracias, por tanto
Gracias a cada persona que participó en la jornada, que se rio con los ojos cerrados, que compartió su historia o que simplemente respiró profundo.
Gracias a quienes aún con dolor, niebla mental o cansancio extremo, hicieron el esfuerzo de estar.
Y gracias a quienes no pudieron venir, pero estaban presentes en el corazón compartido que nos une.
Porque si algo me queda claro, es esto:
El Sjögren podrá quitarnos lágrimas, saliva o energía… pero no nos quita la capacidad de sentir, de amar y de reírnos juntas.
Y eso, amigas y amigos, no tiene cura.
¡Ni falta que hace!
Con amor y con el corazón bailando suave (pero firme),

Kryusman
Psicóloga positiva, escritora y mujer que no se seca por dentro

















Memorable.